Nova Scotia Power y su empresa matriz, Emera, están trabajando para mitigar los efectos de un ciberataque que afectó algunos sistemas clave de su red en Canadá. El ataque se detectó el 25 de abril, cuando ambas compañías descubrieron accesos no autorizados a partes de sus servidores y sistemas utilizados para aplicaciones empresariales.
Como respuesta inmediata, los servidores afectados fueron apagados e isolados para evitar un mayor daño. Aunque el ataque causó interrupciones en varios sistemas de TI, incluyendo la línea telefónica de atención al cliente y el portal en línea, las empresas informaron que no hubo interrupciones en el suministro de electricidad.
A pesar de las dificultades, Nova Scotia Power, que abastece a aproximadamente 550,000 clientes, y Emera, que atiende a un total de 2.6 millones de clientes en Canadá, EE. UU. y el Caribe, aseguraron que las operaciones físicas, incluidas las instalaciones de generación, transmisión y distribución, no se vieron afectadas. Además, no se registraron impactos en sus utilidades de EE. UU. ni del Caribe.
En una declaración oficial, las compañías mencionaron: "No ha habido interrupciones en nuestras operaciones físicas en Canadá, ni en las instalaciones de Nova Scotia Power, el Maritime Link ni el Brunswick Pipeline, y el incidente no ha afectado nuestra capacidad para servir a los clientes de manera segura y confiable."
En cuanto al posible robo de datos, Nova Scotia Power está investigando si alguna información confidencial de clientes o negocios pudo haber sido comprometida durante el ataque. Aunque el incidente podría estar relacionado con un ataque de ransomware, aún no se ha confirmado ninguna afiliación con grupos de cibercriminales.
Fuente: https://www.securityweek.com